«Por los refugiados en Charco Redondo» (ABC de Sevilla, 1967)

El recorte de aquella página del ABC de Sevilla de 1967 

aparece aquí reproducido.

«Pero tú, cuando des limosna, que no sepa tu mano
Izquierda lo que hace tu derecha, para que tu limosna sea en 
secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.»
(Mateo 6:3-4)

Por los refugiados en Charco Redondo

La caridad, tal y como nos insta San Mateo, hay que practicarla en secreto. Que cada mano no sepa lo que hace su complementaria. Mas, no se puede evitar que manos extrañas, estimuladas sin duda por la buena fe en este caso, den a la publicidad lo que se hizo para que fuese guardado por la más celosa discreción, la más exquisita reserva. Eso le sucedió a nuestra Hermandad en 1967. No sólo a ella. También a otras corporaciones como la del Señor del Gran Poder, la Esperanza de Triana y la de Nuestra Señora del Carmen de la capillita del puente trianero, en Sevilla.

Refresquemos un poco la memoria. El otoño de 1961 resultó especialmente lluvioso. En la tarde del 25 de noviembre se produjo la rotura del dique de contención del arroyo Tamarguillo, afluente del Guadalquivir. Sevilla sufrió la última gran riada de su historia, que tan anegada se ha visto por avenidas del río grande de Andalucía a lo largo de los siglos. Las aguas provocaron muchos daños en un caserío muy deteriorado por años y años de desatenciones. Miles de personas perdieron sus techos, muchísimos de los cuales se levantaban en miserables corrales de vecinos. Las autoridades debieron habilitar refugios de urgencia.

Desde noviembre de 1961 hasta agosto de 1977, los refugios abiertos fueron 25, instalados con mejor o peor fortuna en todo tipo de edificios utilizables para dar cobijo de emergencia a las personas sin techo, salvo en los casos de las llamadas Casitas Bajas (1962), Charco Redondo (1966) y La Corchuela (1969), que fueron grupos de viviendas provisionales construidas expresamente para alojar a las personas sin hogar, en la primera etapa, en la intermedia y en la última, respectivamente. En La Corchuela se prestaron especiales atenciones a los ancianos, los niños y la formación profesional.

Nuestra Hermandad aportó mil pesetas para sufragar la construcción de las viviendas en Charco Redondo, tal como apareció publicado en la prensa el 19 de febrero de 1967. No fue la cantidad más oronda, pero no hay que dejar de valorar que en esos años mil pesetas, seis euros, era una cifra curiosa. Un periódico en día laborable costaba entonces dos pesetas, y hoy, 1,50 euros.