Entre la cofradía y la intendencia

NUEVOS DATOS SOBRE EL FUNDADOR DE LA HERMANDAD DE NUESTRO PADRE JESÚS CAÍDO


Muy escasa es la información que manejamos sobre el gran inspirador y único artífice de la fundación de nuestra Esclavitud, más de tres siglos después de su establecimiento canónico en la desacralizada iglesia del barrio de la Merced.

Nuestro fundador pudo nacer en Granada a mediados del siglo XVII, hijo del capitán Jorge Pimentel y de Beatriz de Estrada, oriundos todos de la ciudad llorada por Boabdil. Sin embargo, no tomaría para sí el orden natural de sus apellidos —«Pimentel y Estrada»—, sino que incorporaría otras variantes que aquí iremos desglosando.

Se cuenta que esta familia iliberitana encuentra acomodo en Osuna cuando al capitán Pimentel se le encomienda nuevo destino militar* entre la sierra sur y la campiña sevillana.

1703, el hermano imaginero y el fundador

En los albores de la nueva centuria dieciochesca, nuestro personaje va encaminando sus pasos inexorablemente hasta el fin por todos conocidos, la gran obra que perdura hasta nuestros días.

Pero es en este decisivo año de 1703 cuando los anhelos del granadino se materializan con la hechura de la portentosa talla originaria de Jesús Caído, obra del imaginero Alonso Gayón.


Esta autoría sólo pudo certificarse 288 años después, con el afortunado hallazgo del pergamino encontrado durante unos trabajos de restauración sobre el Señor de la Caída en 1991. Entre las líneas del fascinante legado destacamos las pinceladas dedicadas a nuestro protagonista y a una hermandad —en ciernes— que ya funcionaba como tal a falta de licencia eclesiástica. El hermano imaginero y el fundador quedan así reflejados en esta auténtica reliquia conservada de la Esclavitud (publicado al completo en «El pergamino de Alonso Gayón»):

«Este mi señor Jesucristo se hizo este año de 1703 (...) en el mes de septiembre siendo el fundador de la hermandad don Manuel de Ábalos y yo hermano, y pido a Dios rueguen por mi. Alonso Gayon» 


1676, matrimonio...

El pergamino y las citas a don Manuel de Ábalos —que jalonan las constituciones fundacionales— han sido las únicas referencias conocidas hasta la fecha sobre el granadino.

Afortunadamente y contando con la gentil colaboración en la Cilla del Cabildo de Juan de Dios Sánchez de Mora, hemos podido rastrear en los archivos parroquiales de Nuestra Señora de la Asunción, localizando los únicos hitos familiares que, hasta ahora, se han publicado sobre el personaje*. Unos valiosísimos apuntes conservados por nuestro gran amigo y colaborador Juan Carlos Delgado, han facilitado enormemente la investigación. De este modo, llegamos a constatar que en 1676 tuvieron lugar dos acontecimientos que marcarían su vida familiar: matrimonio y descendencia.

El 16 de febrero se desposa con María Núñez, que había enviudado del sevillano Francisco Antonio de Molina, con quien contrajo primeras nupcias en 1664 —doce años antes—. A pesar de que los contrayentes compartían las mismas raíces, el párroco que suscribe, don Alonso González Coronel, los identifica simplemente como «vecinos de Osuna», lo que nos hace pensar que estarían afincados ya en la Villa Ducal cuando vienen a contraer matrimonio.

Del siguiente tenor literal queda plasmado el desposorio (libro de matrimonios de 1676, folio 504):


«En dieciséis de Febrero de mil seiscientos setenta y seis años yo, el Licenciado Alonso González Coronel, Cura Propio de la Colegial de la Villa de Osuna, en virtud de mandamiento del Juez de la Santa Iglesia y habiendo precedido la solemnidad que el Santo Concilio de Trento dispone, confesado y sabida la doctrina cristiana, desposé a Don Manuel Pimentel natural de la ciudad de Granada hijo del capitán Don Jorge Pimentel y de Doña Beatriz de Estrada y a María Núñez, viuda de Don Francisco Antonio de Molina, vecinos de Osuna. Fueron testigos Don Cristóbal Cuellar de la Cerda, Don José Antonio de Tejada y Doña Luisa de Tejada vecinos asimismo de ella. Rúbrica: Alonso González Coronel.»

...y descendencia

El reciente matrimonio daría pronto sus frutos, pues el 10 de diciembre queda registrado el bautismo de Manuel José Pimentel Núñez, quien a la postre parece ser el único vástago conocido (libro de bautismos de 1676, folio 148).


«En diez de diciembre de 1676 años, yo el licenciado Antonio de Quevedo Cueto, cura propio de la Colegial de Osuna bauticé a Manuel José, hijo de don Manuel de Ávalos Pimentel y doña María Núñez Fernández. Fueron sus padrinos Francisco García Calvo, Alguacil Mayor de la Real Justicia de la Villa y Josefa de Guerra su mujer, todos vecinos de Osuna. Les acredita el parentesco espiritual. Rúbrica: Antonio de Quevedo»

En este segundo registro parroquial del mismo 1676, el nombre de nuestro personaje aparece escrito como «Manuel de Ávalos Pimentel». En aquellos tiempos no era inusual que se tomara libremente alguno de los apellidos, primero o segundo, del padre, la madre o incluso de los abuelos. De ahí que en una misma familia los hermanos pudieran emplear distintas combinaciones de entre los apellidos familiares.


Un especial padrino

Deducimos que nuestro protagonista debía ser bastante joven en este año de 1676, por el transcurrir del tiempo en posteriores hallazgos documentales que veremos. Puede que por esta razón y encontrándose desplazado de su Granada natal, sus tíos don Francisco y doña María Josefa —desde su buen posicionamiento y distinción social—, ejercieran como especiales tutores y protectores del sobrino.

Tal era la sintonía familiar de don Manuel con sus tíos —y padrinos de su hijo—, que éstos tuvieron a bien cederle prontamente el uso de una capilla que poseían en el convento mercedario donde exponer al culto a Jesús de la Caída, junto con una lámpara de plata y un frontal de raso. Según Moreno de Soto*, «cuando se firmaron las Reglas, en la capilla la Cofradía tenía además de la lámpara de plata y el frontal, una pintura de Jesús atado a la columna».

Excelentes debieron ser las relaciones de nuestro personaje con su tío —«Alguacil Mayor perpetuo de la Villa de Osuna»*— pues también se estrecharon vínculos en el ámbito de los oficios y los intereses económicos, como comprobaremos en la próxima entrega.


1702, alguacilería

En la vida civil del personaje se le ha descrito como «intendente general de los duques de Osuna»* y que «llegó a ser Teniente Alguacil Mayor de la Real Justicia de la Villa»*. Pero su tío don Francisco ya ejercía de Alguacil Mayor en 1676.

Estas genéricas y confusas atribuciones nos generan ciertas dudas. ¿En qué consistían o qué relación pudo darse entre ambos cargos? ¿Qué funciones llegó a desempeñar realmente nuestro protagonista?

Desconocemos si por alguna controversia, reclamación o, antes bien, en reconocimiento de servicios o acumulación de méritos reconocidos por las autoridades, nos tropezamos con un extraordinario documento de la Casa Real**, fechado el 4 de marzo de 1702, que resulta absolutamente aclaratorio del estatus y privilegios alcanzados por García Calvo, así como de la perpetuidad antes referida:


«Provisión Real de Felipe V y la Chancillería de Granada, por la que se manda a Francisco García Calvo, Alguacil Mayor de la villa de Osuna, que dentro de quince días hiciese conocer las ejecutorias y sobrecartas que había demostrado para ganar otra Real provisión, despachada el 21 de octubre de 1701, para que no hubiese más alguaciles que el mayor y dos que él nombrase, y se diese traslado al VI duque de Osuna, Francisco Téllez-Girón, y sobre los requerimientos hechos a Alonso de Toledo, alcalde mayor de Osuna, para que no hubiese más ministros que los referidos». 





Tras esta contundente provisión Real extraída del Archivo Histórico de la Nobleza y en el contexto que venimos situando, no resulta muy aventurado presuponer que don Manuel de Ábalos —como así lo escribe de su propio puño y letra— sería nombrado por su tío como su auxiliar en torno a 1702, consolidando así el particular binomio familiar que venimos relatando y sobre el que profundizaremos en la segunda parte, con nuevos y sorprendentes datos localizados entre 1736 y 1740.


J.C.M. 3/07/2021


La continuación: «Entre la cofradía y la intendencia (y II)»




*MORENO DE SOTO P.J.: Manuel de Ávalos Pimentel, Alonso Gayón y los orígenes de la cofradía de Nuestro Padre JesúsCaído.Revista de Semana Santa de Osuna, 2007.

**Archivo Histórico de la Nobleza (Portal PARES). OSUNA, C.19, D.2-5

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