El paso de misterio en el año fundacional
La fiscalización eclesiástica de la primera estación de penitencia
Desde su origen y según consta en las reglas primitivas, el fundador de la Esclavitud tuvo a bien confiar la confección, quien sabe si al mismo Alonso Gayón, de varias imágenes más para la constitución de lo que sería el conjunto escultórico de la iconografía original.
La cofradía tuvo que contar con un paso compuesto por cinco tallas secundarias en torno al Señor de la Caída. Estas figuras representarían ciertamente lo que tuvo que ser un original misterio con imágenes accesorias representativas del mal y del bien. De una parte, tres figuras que infligían el descomunal castigo y, de otra, dos defensoras o prestadoras de auxilio divino. Sayones y Ángeles para una dicotómica y heterodoxa composición que sería objeto de verificación y censura eclesiástica.
El 3 de abril de 1705 se produjo la intervención de don Pedro de Toledo y Herrera, Comisario del Santo Oficio de la Inquisición en la ciudad de Sevilla y Vicario de la Villa, quien habiendo sido requerido por el Vicario General del Arzobispado, y una vez leído la Regla y Constituciones de la Hermandad, advierte que «he hallado puntos dignos de reparo» entre los que destaca lo concerniente a los Ángeles que se referían, tanto por escrito en las reglas como en las figuras que se representaban en el paso originario.
«En el capítulo 8º de esta Regla página 27 línea 5ª donde dice =y habiendo acabado este paso de la caída dos ángeles suspendieron la ejecución de los inhumanos sayones y levantaron al Señor, quítense estos renglones porque ni en el texto, ni del común de los Santos y Autores piadosos consta que los Ángeles impidiesen la crueldad inhumana de los verdugos que intentaron ejecutar con Cristo nuestro bien. No quiso su Majestad que los Ángeles lo defendiesen porque venía a cumplir las Profecías que habían escrito los Profetas como lo dijo a San Pedro cuando se puso en su defensa en el Huerto (...) y así se debe creer que aunque su Majestad con sus fuerzas naturales no podría levantarse de la caída que dio después de los azotes, la divinidad le daría fuerzas a su cuerpo Santísimo para que se levantase sin excusarle los dolores. Y mi sentir es que no solo se quiten los renglones que tengo anotados en la Regla escrita, sino que del paso y las Imágenes de culto se quiten las que representan o significan estas dos acciones de suspender los Ángeles la furia de los verdugos y de levantar a Cristo, nuestro bien, Caído, porque la misma razón me asista para que se quiten de lo escrito las palabras que significan esas dos acciones que para que se quiten los bultos o imágenes que las representa y principalmente esas imágenes de bulto porque son más patentes a la vista que lo escrito, pues esto lo puede leer uno u otro a cuyas manos llegase esta Regla, pero las Imágenes están expuestas a la vista de todos, doctos e indoctos, discretos y sencillos en cuyos ánimos corre riesgo se imprima un error pernicioso contra la verdad católica (...)».
El Vicario General del Arzobispado y la Santa Iglesia Metropolitana de Sevilla, atendiendo los reparos del Comisario inquisidor, resolvía definitivamente este asunto ordenando a la cofradía «que los Ángeles no estén en el paso con la acción y significado en que están». No se expresa y por tanto se ignora, si se modificaron o eliminaron las cinco imágenes primigenias o solamente los dos Ángeles defensores, pero todo hace indicar que estas esculturas accesorias apenas trascendieron en el tiempo.
Tan es así que no debió tardar en corregirse este mandato eclesiástico cuando, tras nueva fiscalización y observancia de los pasos por el Vicario General, se reseña hallarlos «con toda decencia y circunstancias que se requieren», permitiéndose finalmente a la cofradía efectuar su primera estación de penitencia en el mismo año de su fundación.
J.C.M. 26/06/2020