XI Pregón del costalero (2015)


Silverio Ortiz en un convento de la Encarnación a rebosar, pronunció un gran pregón en la que ha supuesto la edición de este 2015 del Pregón del Costalero que como es consabido, organiza Nuestra Hermandad.

El pregonero fue presentado por su amigo Eduardo Rodríguez, quien ya fuese el encargado de pregonarle a los costaleros de Osuna en la edición de este mismo acto del año 2013. Eduardo hizo una cariñosa y sentida presentación destacando cómo se conocieron ambos en este mundo y las vivencias que han compartido desde entonces en el seno de las hermandades de las que ambos son hermanos, las del Dulce Nombre y la Pax.

El acto comenzó con cierto retraso y tras la ya apuntada presentación de Eduardo Rodríguez, Silverio tomó la palabra para hacer una emotiva dedicatoria del pregón a su padre que tocó la fibra sensible al amplio público asistente. A partir de ahí el desarrollo del pregón estuvo plagado de sentimiento y de verdad, con una estructura que como el mismo pregonero confesaría posteriormente, estuvo inspirada en la que su propio padre hizo del Pregón de la Semana Santa de Osuna del año 1985. Fue un pregón que dio mucho de sí; en la declamación del mismo desbordó la emotividad en varios momentos, especialmente en los dedicados a su familia y a su hijo -quien trabaja a sus órdenes bajo el Señor de la Entrada Triunfal en Jerusalén-. Como no podía ser de otra manera, tuvieron gran protagonismo sus dos hermandades tanto la de la Pax, como especialmente la del Dulce Nombre. Quiso Silverio que algunos pasajes de su pregón sirvieran como agradecimiento y homenaje tanto a costaleros con los que él ha trabajado, como a miembros destacados de sus hermandades con los que ha tenido relación en su dilatada trayectoria cofrade. De igual forma supo darle cabida a un destacado anecdotario del mundo de las trabajaderas, algunos de estos momentos de especial hilaridad.

Nuestra Hermandad y Nuestros Titulares también tuvieron un lugar destacado dentro de la oratoria de Silverio, motivado por una parte a que su padre -muy presente durante todo el transcurso del pregón- estaba estrechamente unido a Nuestra Cofradía y por otra, a que él mismo fue contraguía de Nuestra Señora y Madre de los Dolores a las órdenes precisamente de su presentador Eduardo Rodríguez, en el año 2013. Por ello brindó unas cariñosísimas líneas tanto a varios hermanos de Nuestra Hermandad con los que por unas u otras circunstancias ha tenido una estrecha relación, como a Jesús Caído y a la Virgen, dedicándole a Ésta un poema de singular belleza.

Por último y cerrando así la estructura circular de su pregón, Silverio quiso terminar volviéndose a acordar de su padre, dejando a los asistentes la sensación de haber presenciado un pregón en el que el pregonero dejó todo su corazón, y en el que supo conjugar perfectamente las cotas más altas de emotividad con momentos distendidos, salpicados a su vez con unos versos ágiles y de gran mérito.

Tras el Pregón los asistentes que así lo quisieron se desplazaron hasta los salones del restaurante El Molino donde se pudo disfrutar de una velada muy agradable y de confraternización entre los muchos cofrades que nos honraron con su presencia en la tarde de ayer. Desde Nuestra Hermandad agradecer a todos ellos su presencia en este acto que por trayectoria y méritos propios supone el cierre de los actos precuaresmales en Osuna.

Fernando Pachón Cano